
Naturaleza, historia y tradiciones se funden y conjugan en casi cada población de nuestra isla, dando como resultado mosaicos de colores, sonidos, sabores, que seducen a los visitantes hasta el punto de que muchos se sienten un poco “prisioneros” de su atmósfera única.
Antes de descubrir los pueblos que te enamorarán, hacemos tres aclaraciones. La primera, ¡Menorca es todo encanto! La segunda, Ciutadella y Mahón, aunque figuren en muchas listas, ¡No son pueblos! Y con diferencia: las poblaciones con más de 10.000 habitantes son ciudades y ambas rozan los 30.000, según los últimos datos oficiales disponibles. El tercer punto a aclarar es que esta lista que te proponemos, no necesariamente tiene un orden y, sin duda, no es excluyente.
Dicho esto, ahora sí, ¡vamos a recorrer los pueblos con más encanto de Menorca!
Es Catsell
Hay mucho que decir de este pueblo, uno de los detalles más bonitos que posee, es ser el primer punto de nuestro país en ver salir el sol cada día. Así que, si no te importa madrugar, ve a ver un espectacular amanecer sobre el mar.
Además, la antigua «Georgetown«, es el legado más rico del dominio británico durante el siglo XVIII. Nacido de la mano del castillo de San Felipe, tiene un trazado de calles cuadriculado, con la plaza de armas, los cuarteles y una arquitectura de reminiscencias inglesas. Las calles de este pueblo con tanto encanto, desembocan en un antiguo muelle de pescadores, Cales Fonts, donde hoy en día los puestos artesanales, bares y restaurantes ocupan las cuevas que fueran refugios, y pasear a la vera del mar en este escenario, es realmente mágico.
Sant Lluís
La fisonomía y cultura menorquinas tienen herencias muy variadas. Históricamente ha sido un territorio disputado por las distintas potencias por su ubicación estratégica en el Mediterráneo. El encantador pueblo de San Lluís es una muestra de la época de dominación francesa, entre 1576 y 1763, corto período en que arrebataron la isla a los británicos.
Actualmente, pasear por Sant Lluís es un deleite: sus casitas blancas y sus tres molinos del siglo XVIII, que por momentos te harán dudar si estás en España o una isla griega, las fiestas patronales, el mercado artesanal del atardecer (éstos últimos en verano), son algunos de sus atractivos. Está hacia el sur de Mahón, a menos de 6 kilómetros de la capital menorquina.
Fornells
De este encantador pueblo de Menorca, el más visitado de España en 2022, según el portal Civitatis, hemos hablado en reiteradas ocasiones, pero no podemos omitirlo aquí.
Fornells nace como consecuencia del ataque a Mahón del famoso pirata Barbaroja allá por el año 1558. La necesidad de proteger la isla de los constantes ataques piratas, tan comunes en el Mediterráneo por entonces, deriva en la construcción del castillo de Sant Antoni, para proteger el puerto natural de Fornells. El arrabal que surge a su alrededor, se convertirá en el que hoy en día es cuna del plato insignia de Menorca, un lugar de marisco bueno y buenos pescadores. Caminar entre sus callecitas empedradas, custodiadas por las fachadas blancas y envueltas en mar azul, invitan a perderse, a sentarse en sus terrazas, beber una pomada (de la que aquí te contamos todo) y darse un festín de caldereta de langosta. ¡Por cierto, aquí también te descubrimos dónde comer las mejores!.
Es Mercadal
Es Mercadal florece a los pies del Monte Toro desde hace más de 700 años, cuando un pequeño grupo de gerudenses, decidió quedarse al amparo del pico más alto de Menorca y levantar allí una parroquia. Apenas comenzando el siglo XIV, el Rey de Mallorca otorga a Es Mercadal, Mahón y Ciutadella, el privilegio de celebrar el mercado de los jueves, mercado que hace unos años se ha recuperado y que es muy popular entre locales y visitantes, en los meses de verano.
Además de su larga historia, Es Mercadal ha ido forjando su presente y su futuro, conservando tradiciones, pero también aggiornándose: al estar ubicado en el centro de la isla, es la localidad mejor comunicada, está rodeada de fincas y granjas preciosas, de las que provienen muchos de los productos que encontrarás en las tiendas, en el mercado y en los numerosos restaurantes, algunos muy reconocidos, que debes visitar.

Algunos pueblos más
En sus estrechas dimensiones, Menorca contiene muchos pequeños pueblos cuyo encanto enamora. Te dejamos algunos más, por si vas con tiempo de sobra:
- Llucmaçanes: es el pueblo con más gegants de Baleares y pasar a verlos, junto a sus caballos, durante las fiestas patronales de Sant Gaietà, es un privilegio. Aquí, los vecinos de toda la vida y los nuevos vecinos extranjeros, que buscando el sol mediterráneo han recuperado fincas olvidadas, cohesionan en una atmósfera hospitalaria que te seducirá.
- Binibeca Vell: polémico por sus orígenes, con defensores y detractores, este «pueblo de pescadores» es innegablemente precioso.
- Sant Climent: pequeña villa de ambiente muy familiar, en la que puedes detenerte a degustar unas tapas bien menorquinas, de camino a Cala en Porter.

Como afirmamos al principio, nuestra isla es un mosaico, rico y colorido, hecho de historia y cultura, que alberga, en su pequeño territorio, muchos sitios por conocer. Además de las playas idílicas, sus gentes y sus pueblos encantadores, acogen al visitante con una belleza y calidez de la que siempre cuesta despedirse.
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